lunes, 11 de enero de 2016

Eclipse híbrido de Sol

EL VALOR PEDAGÓGICO Y CIENTÍFICO DEL ECLIPSE SOLAR DEL 8 DE ABRIL
Colegio San José, Biblioteca Infantil Piloto del Caribe (BIPC), Fundación Amigos de la Astronomía y Universidad del Atlántico organizaron jornadas de observación y actividades pedagógicas y científicas.

Por: Vicky Chedrauy Romero

El pasado viernes 8 de abril,  personal de los colegios, universidades y público en general disfrutó de la observación del eclipse híbrido anular/parcial de Sol, fenómeno astronómico bastante anunciado y poco común dentro de la tipología de los eclipses solares pues sólo el 5% presenta las características mencionadas. El eclipse comenzó a las 4 P.M., con un momento máximo hacia las 5:15 de la tarde. El espectáculo en las playas de Turipaná fue fantástico: En el poniente, el Sol en eclipse, dibujando una estela color plata, sobre la superficie del mar.

Este eclipse fue propicio para que el público asistente comprobara muchos conceptos astronómicos que en las clases de Geografía, Física, Astrofísica y Ciencias Naturales se explican apoyándose en experiencias indirectas. En esta oportunidad se pudo vivenciar que el aparente tránsito del Sol, la Luna y los planetas en el cielo se conoce como eclíptica y que estos cuerpos celestes describen órbitas en formas de elipsis. También, visualizar como la Luna se nos presenta mayor en su perigeo, el punto orbital más cercano y más pequeña en el apogeo, el punto orbital más lejano de nuestro planeta. Después de esta experiencia, es inolvidable que los eclipses son el resultado del movimiento de la Luna alrededor de la Tierra y suceden cuando un cuerpo celeste pasa enfrente de otro, ocultándolo parcial o totalmente.

Para los observadores, fue fantástico verificar que un eclipse de Sol ocurre cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra. También, que los eclipses solares pueden ser totales, parciales o anulares, según la proporción del Sol cubierta por el disco lunar. Los experimentos sencillos emocionaron aún más a los niños, niñas y adultos: “Profesora, vea ese edificio grande de allá, cierre un ojo; no deje de mirar el edificio. Ahora, coloque su dedo delante del ojo abierto y vaya acercándolo ¡Eclipse de edificio!”.

Las matemáticas ayudaron para que los asistentes comprobaran numéricamente ciertos datos: Dividir 1.391.980 Km., diámetro ecuatorial solar, entre 400, para verificar el diámetro aproximado de la Luna. Esto para descubrir que los eclipses de Sol son totales cuando la Luna está más cerca de la Tierra y anulares cuando está lejos y que todo se debe a una coincidencia extraordinaria: el Sol es 400 veces más grande que la Luna, pero nuestro satélite está 400 veces más cerca de la Tierra que nuestra estrella, esto en proporciones aparentes.

Trabajando en la Internet previamente, específicamente los niños y jóvenes, consultaron que en un eclipse híbrido, una parte de su trayectoria se observa como anular, mientras otras son totales. También, que en muchos casos, como el que se presentaría en abril del 2005, el eclipse híbrido iniciaría anular, cambiaría a parcial en la porción central de su recorrido y terminaría siendo anular nuevamente al final. Lo que más motivó a las personas fue el dato de que otro eclipse híbrido, pero de diferente tipo, sólo se presentaría el 3 de noviembre de 2013. Ya estos jóvenes serán adultos afanados que no tendrán tiempo para la ciencia ni para disfrutar de un atardecer.

Las personas que observaron el evento astronómico o las que leyeron en la prensa acerca del mismo, tuvieron la posibilidad de recrear los mitos y leyendas de los eclipse disfrutando de un encuentro de la literatura con la ciencia. Las representaciones del teatro de sombras se abrirán nuevamente en los primeros días de noviembre del 2013 para mostrar como los chinos creían que un dragón o unos perros furiosos devoraban al Sol y que en Tahití se imaginaban que la Luna y el Sol, en posición de eclipse, hacían el amor y de allí nacían las estrellas.

Cómo se hizo la observación del eclipse

El público fue consciente del peligro que implicaba para la vista la observación solar si no se tomaban las debidas precauciones. Afortunadamente, fueron variadas las formas de disfrutar este espectáculo sin afectar la visión temporal o permanentemente. Aunque el eclipse ya pasó, los métodos de observación, que se describen a continuación, pueden servir perfectamente para actividades pedagógicas en los colegios y las universidades que trabajan el estudio del Sol a un nivel básico.

La técnica de la proyección, original de Castelli, fue la favorita, por su sencillez, para los que tenían telescopios. Este método fue utilizado, entre otros, por el astrónomo jesuita Christoph  Scheiner, para el estudio de las manchas solares. Se localiza el Sol con el telescopio, los binoculares o el espejo (sin visualización directa)  proyectando el haz de luz solar sobre una hoja blanca.

Las proyecciones por agujero en cajas recordaron los principios de la cámara fotográfica. Esta forma simple y segura de observación del eclipse se logró proyectando la imagen del Sol sobre un trozo de papel blanco. Se abrió un orificio a una caja; se pinchó en un pedazo de papel metálico un pequeño agujero con la punta de un lápiz; se sujetó este papel perforado sobre el orificio de la caja, se  dirigió  el agujero hacia el Sol y se proyectó el haz de luz hacia una cartulina blanca pegada al fondo contrario del orificio. El agujero reveló una imagen pequeña e invertida del disco solar.

La mayoría del público prefirió la observación directa del Sol, utilizando lentes para eclipse, hechos del mismo material que los filtros solares para telescopios. Las ventajas fueron observación directa, bajo costo y fácil adquisición en los diferentes almacenes fotográficos de la ciudad.

Importancia  científica de los eclipses

El ciclo de repetición de los eclipses, que dura 18 años y 10 días, fue descubierto por los caldeos mucho antes de la Era Cristiana; esto les permitió predecir los eclipses. Los griegos bautizaron a este período como Saros. Aristarco de Samos determinó por primera vez la distancia de la Tierra a la Luna durante un eclipse total de Luna. Hiparco descubrió la precesión de los equinoccios basándose en los eclipses lunares totales.

Posteriormente, Kepler propone medir la longitud geográfica de un lugar sobre la tierra usando los eclipses de Luna. Hacia el siglo XVIII, los astrónomos plantearon que los eclipses antiguos observados por chinos, caldeos y árabes no coincidían con la duración del día actual puesto que las mareas habían alargado el día 1,45 milisegundos cada siglo y en 20 siglos el retardo acumulado era de 3 horas.

Durante el siglo XIX se produce un gran avance en espectroscopia que permite descubrir el helio en el Sol y, en el siglo XX, Einstein resuelve el enigma del excesivo avance del perihelio de Mercurio y la curvatura de la luz cerca del Sol. Los eclipses del Sol confirman la Teoría de la relatividad ¿Qué más podrán descubrir los que aún observan los eclipses?

Etimología de la palabra ECLIPSE
Hace 5.000 años, los sacerdotes caldeos conocían la trayectoria de los astros a punto de predecir con precisión la fecha de los eclipses, a los que atribuían un significado de desgracia y malos presagios. Únicos conocedores de los secretos del cielo, estos primeros astrónomos se valían de sus conocimientos para aumentar su poder e influencia atemorizando a la población. Decían que "adivinaban" cuándo el Sol se ocultaría detrás de la Luna y cuándo la Luna desaparecería del cielo, cubierta por la sombra de la Tierra. No se sabe como los caldeos denominaron al fenómeno, pero 2.500 años después del auge de la civilización caldea, en los ejércitos de Esparta y Atenas, se llamaba ekleipon a los desertores, palabra derivada de eklipsis, que significaba abandono o desaparición. A medida que los griegos avanzaron en el conocimiento de los astros, tomaron esta palabra para designar la periódica "desaparición" del Sol y de la Luna.

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